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Modelo Integrado de Planeación y Gestión - MIPG


En un entorno donde las organizaciones enfrentan demandas cada vez más complejas y recursos limitados, contar con un marco de trabajo que integre la planeación estratégica, la gestión eficiente y la evaluación sistemática se vuelve fundamental. El Modelo Integrado de Planeación y Gestión (MIPG) surge como respuesta a esta necesidad, ofreciendo una estructura coherente que permite a las entidades no solo definir hacia dónde quieren ir, sino también cómo llegar allí de manera efectiva y cómo medir su progreso en el camino.

Este modelo representa un cambio de paradigma: pasar de trabajar por procesos aislados a operar bajo una lógica de integración y articulación. El MIPG conecta la visión estratégica con la operación diaria, asegurando que cada acción contribuya al logro de objetivos claros y medibles. Más allá de ser un simple instrumento administrativo, constituye una herramienta de transformación organizacional orientada a la generación de valor público, la mejora continua y la rendición de cuentas.

A continuación, se presenta en detalle qué es el MIPG, sus características distintivas y los beneficios que aporta a las organizaciones que lo implementan.

MIPG: Modelo Integrado de Planeación y Gestión. 

Es un marco estratégico y operativo que permite orientar, coordinar y fortalecer la planeación, ejecución y evaluación de políticas, programas y proyectos dentro de una organización. Integra de forma armonizada los procesos de:

  • Planificación: definición de objetivos, metas y acciones.
  • Gestión: asignación de recursos, ejecución y seguimiento.
  • Evaluación: medición de resultados, impactos y aprendizaje.

Características clave


  • Enfoque integrado: conecta la planeación con la gestión y la evaluación para asegurar coherencia y trazabilidad.
  • Resultados claros: orientado a resultados y a la mejora continua.
  • Transparencia y rendición de cuentas: facilita la toma de decisiones basada en evidencia.
  • Adaptabilidad: flexible para adaptarse a cambios contextuales y organizacionales.
  • Participación y aprendizaje: involucra a las partes interesadas y promueve la retroalimentación para la mejora.

¿Para qué sirve?


  • Alinear recursos y esfuerzos con los objetivos estratégicos.
  • Optimizar la ejecución de proyectos y programas.
  • Fortalecer la medición de desempeño y el aprendizaje organizacional.
  • Facilitar la transparencia y la rendición de cuentas ante la ciudadanía o la comunidad interna.